martes, 26 de octubre de 2010

AFECTIVIDAD Y DROGAS

AFECTIVIDAD Y DROGAS

El impulso más importante para acceder a la droga es la falta de afectividad, que generalmente aparece en estos casos, haciendo que la persona tienda a incorporar a su organismo sustancias ajenas al mismo para modificarlo y tener así una percepción diferente del mundo que la rodea y que lo llevará también a un enfrentamiento disímil (contradictorio) con la vida cotidiana.

Una de las características frecuentes de la personalidad adictiva es la imagen cambiante y adulterada que suele utilizar para enfrentarse a su entorno social. Suele pasar de víctima de la sociedad a transgresor de la misma. Ambas posturas enmascaran un profundo engaño apelando a la negación como defensa, alejándose cada vez más de la realidad y de sus verdaderos problemas.

Esta falsa imagen, en la que suele mostrar características como: fortaleza, autonomía, seguridad, omnipotencia, violencia, impulsividad externa, impide ver la verdadera personalidad repleta de dudas, debilidades, y profundo desequilibrio.

Sabemos que la posibilidad de lograr un equilibrio psicoemocional estará dada por la aceptación de los propios sentimientos. El poder manifestarlos ayudará a poder reconocerlos y a alcanzar una mayor apertura y estabilidad emocional.


BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:

Calabrese; Astolfi. "Terapéutica integral de la toxicomanía". 1999.

Silvia B. "Mediación preventiva del comportamiento adictivo" Instituto de Educación Preventiva A.D. A. 1997.

miércoles, 6 de octubre de 2010

VIDEO DE OCTUBRE

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NO ESPERES QUE PASE

RECOMENDACIONES DE LA DIRECCION GENERAL DE LAS DROGODEPENDENCIAS PARA AYUDAR A TUS HIJOS A AFRONTAR EL DESAFIO DEL ALCOHOL


1.- Ayude a sus hijos a sentirse bien consigo mismos.
Estimule los éxitos de sus hijos, elogie también sus esfuerzos.
Ayude a sus hijos a fijarse metas realistas.
No compare los resultados de los de sus hijos con los de los demás.
Cuando corrija a sus hijos, critique el acto, no al niño.
Utilice el sentido del humor para relativizar los conflictos, reír juntos ayuda a relajarse.

2.- Ofrezca un buen ejemplo.
Identifique sus propios hábitos de beber y fumar.
Si la madre o el padre son alcohólicos, afronte el problema. No niegue o esconda la realidad.

3.- Ayude a sus hijos a afrontar la presión de sus compañeros.
Explore con sus hijos el significado de lo que es la amistad. Un amigo es el que te entiende cuando tienes un problema, y te quiere ayudar. A un amigo le gustas tal como eres. Un amigo no trata de que hagas cosas que te van a hacer daño. Favorezca que sus hijos tengan acceso de diferentes grupos.

4.- Establezca normas familiares claras y estables.
Explicite la sanción que recibirá un miembro de la familia cuando incumpla las normas y reglas establecidas.
Los hijos se comportan de una manera más responsable cuando tienen unas pautas de acción definidas.

5.- Fomente actividades recreativas.
Considere el tiempo libre como un espacio educativo.
Comparta el tiempo libre con sus hijos.
Inscriba a sus hijos en algún centro recreativo.

6.- Ayude a sus hijos a tomar decisiones.
Que sus hijos tomen decisiones por si mismos, les hará mas fuertes para afrontar situaciones de riesgo.
Para tomar decisiones, es preciso ver y clasificar las opciones a considerar.
Estudiar las ventajas e inconvenientes de cada opción ampliamente, y elegir la opción que parezca más adecuada.
No espere a que sus hijos sean mayores para tomar las decisiones adecuadas, es una habilidad que se aprende con la practica.

7.- Hable con sus hijos acerca del alcohol y aprenda a escucharles.
Hable sobre que podría ocurrir en caso de que sus hijos beban alcohol.
Pacte con sus hijos las sanciones que podría tener en caso de beber alcohol.
No se deje envolver por razonamientos engañosos sobre el consumo de alcohol.
Desafíe los mitos sobre el alcohol, como por ejemplo son:
“El alcohol no puede hacerme daño”
O
“cuando las cosas van mal, una copa me puede ayudar”