martes, 2 de marzo de 2010

VIDEO RECOMANAT DEL MES / VIDEO RECOMENDADO DEL MES

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ALERTA ANTE LOS USOS DE ALGUNAS DROGAS

Se puede ser víctima de las drogas de abuso. Lo que en el mundo anglosajón llaman DFSA (drug facilitated sexual assault, drogas que facilitan los asaltos sexuales) y en el francófono sumisión química. Fármacos que anulan la voluntad y que se usan cada vez más frecuentemente en violaciones, pero también en robos. El llamado beso del sueño. La mecánica suele ser similar, basta con echar uno de estos fármacos -algunos tan fáciles de conseguir como unas simples pastillas para dormir- en la copa de una persona para que, mezclado con el alcohol, el medicamento inhiba sus defensas y su resistencia.

Se suelen iniciar en una discoteca o en fiestas en las que hay alcohol y en ocasiones otras drogas.

Hace unos días, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de la ONU alertaba del aumento del uso de estas "drogas de la violación" en España. Las benzodiacepinas (los sedantes más prescritos), el ácido gammahidroxibutrico (GHB) o la ketamina. "Fármacos que pueden hacer que la persona pierda la capacidad de pensar, de resistirse. Está sumisa e incluso puede llegar a colaborar", explica Manuel López-Rivadulla, jefe del Servicio de Toxicología Forense de la Universidad de Santiago de Compostela. Este experto, que lleva años estudiando los efectos de las drogas de abuso, explica que pueden estar presentes en alrededor de un 15% de las agresiones sexuales. "En España no hay ningún estudio epidemiológico, pero podemos extrapolar los datos de otros países como EE UU, Francia o Reino Unido", dice. Hace unos días, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de la ONU alertaba del aumento del uso de estas "drogas de la violación" en España. Las benzodiacepinas (los sedantes más prescritos), el ácido gammahidroxibutrico (GHB) o la ketamina. "Fármacos que pueden hacer que la persona pierda la capacidad de pensar, de resistirse. Está sumisa e incluso puede llegar a colaborar", explica Manuel López-Rivadulla, jefe del Servicio de Toxicología Forense de la Universidad de Santiago de Compostela. Este experto, que lleva años estudiando los efectos de las drogas de abuso, explica que pueden estar presentes en alrededor de un 15% de las agresiones sexuales. "En España no hay ningún estudio epidemiológico, pero podemos extrapolar los datos de otros países como EE UU, Francia o Reino Unido", dice.

Tina Alarcón, presidenta de la Asociación de Asistencia a Mujeres Violadas (Cavas), también ha detectado que cada vez son más las chicas que acuden a su puerta víctimas de las drogas de abuso. Algunas recuerdan qué pasó y quién se lo hizo. Otras no. Además, añade Alarcón, a las benzodiacepinas, la ketamina o el GHB, que menciona la JIFE, hay que añadir otras. "La burundanga, por ejemplo, que es difícil detectar en las pruebas posteriores". La presidenta de Cavas se refiere a la escopolamina, una hierba que suprime la voluntad de las personas y les borra la memoria. La impunidad de estos crímenes se nutre también de la demora de las víctimas en pedir ayuda. "Suelen tardar una media de 20 horas en ir a la policía o a un hospital porque aún están bajo los efectos de la propia sustancia. Además, muchas se sienten culpables y avergonzadas por lo ocurrido", explica López-Rivadulla.

Ante esta situación recomendamos estar muy vigilantes de la propia consumición para evitar estas manipulaciones fáciles por parte de conocidos y/o amigos; y en el caso de que ocurriese, al darnos cuenta de la situación, no tener vergüenza o miedo para acudir al hospital para realizar los exámenes toxicológicos necesarios y tratamientos si es necesario.

Tomado del articulo, Impunidad tras el 'beso del sueño' Aumenta la utilización de las 'drogas de violación' - Inhiben la voluntad y se emplean para cometer robos y agresiones - Son delitos difíciles de perseguir María R. Sahuquillo, el Pais.com 01/03/2010