viernes, 2 de diciembre de 2016

POTENCIANDO FACTORES DE PROTECCIÓN


POTENCIANDO FACTORES DE PROTECCIÓN


El principal objetivo de la prevención de adicciones es la reducción de la demanda, aunque la efectividad sea mayor a largo plazo. Desde esta perspectiva trabajamos en desarrollar recursos y habilidades, entre ellos potenciar los factores de protección y disminuir los factores de riesgo, en resumen, nos centramos en la persona.
El marco de referencia en el que se incluye la prevención, es la Estrategia Nacional sobre Drogas 2009-2016, que representa el consenso en las políticas y el acuerdo en las prioridades entre todos los agentes que participan en el Plan Nacional sobre Drogas. Se trata de un documento que converge con la vigente Estrategia Europea, y, por supuesto, con los planes y estrategias de nuestras Comunidades Autónomas como el III Plan Estratégico de Drogodependencias y Otros Trastornos Adictivos de la Comunidad Valenciana. Estas estrategias facilitan la colaboración y promueven sinergias en las distintas intervenciones.
Cuando hablamos de prevención es muy importante tener en cuenta dos aspectos: la detección precoz y una mayor coordinación interinstitucional e interprofesional. La coordinación interinstitucional se basa en que todas las instituciones, consejería de sanidad, educación, cultura y deporte, la FEMP, los servicios sanitarios, sociales y municipales tal como los centros educativos estén coordinados bajo una misma estrategia y protocolo de actuación delante la prevención.
El proceso de dependencia sigue un camino común a todas las adicciones. Se empieza por experimentar, luego se continua de forma esporádica en algunas ocasiones, cuando te das cuentas es de forma habitual, a causa de la tolerancia se convierte en abusiva y por necesidad pasa a ser adictiva. Este proceso es corto o largo dependiendo de la sustancia y del perfil del consumidor.
Un aspecto clave en la detección precoz es la mediación social, esta es el proceso por el cual dos partes enfrentadas llegan al entendimiento a través de un mediador que legitima derechos y recuerda el interés común de ambos. Los efectos de esta mediación son la mejora en la coordinación con los servicios a los que se deriva, el acceso a la demanda de otros estamentos, el mayor número de demandas, la intervención en otros factores de riesgo, la implicación de la familia, padre y madre, mejora la adherencia al asesoramiento, una mayor información contextual, mayor número de objetivos logrados, facilidad en establecer la relación terapéutica, mayor índice de abandono del consumo, mayor eficacia en las intervenciones  y seguimiento del caso también por otros profesionales.