miércoles, 27 de mayo de 2015
martes, 26 de mayo de 2015
La tolerancia y el tabaco.
31 de Mayo Día Mundial del Tabaquismo
La nicotina es una droga
relajante, por eso a las personas que la consumen a través de los cigarrillos,
les gusta fumar.
Como el resto de sustancias
tóxicas que generan dependencia, la nicotina tiene el problema de la Tolerancia. Cuando
el organismo se acostumbra a la dosis, se requiere mayor dosis para producir el
mismo efecto. Algunos afortunados logran consumir dosis muy bajas de modo
ocasional y por tanto no les afecta la tolerancia del tabaco.
Los menos afortunados pasan del
consumo ocasional al consumo habitual y abusivo, hasta llegar a la dependencia.
Cada persona interactúa con la sustancia de modo distinto. Unos tienen más
afinidad que otros. Los factores de riesgo son bien distintos para cada persona
y por tanto, unas personas tienen mayor dependencia que otros aun presentando
perfiles parecidos de consumo.
¿Cómo explicamos que si la
nicotina es una droga relajante, las personas que fuman estén nerviosas a
partir de los 30 minutos de la última calada? Por la Tolerancia. Como
hemos dicho anteriormente, cada vez es necesaria una dosis mayor para obtener
el mismo efecto.
Pero llega un momento en que el efecto relajante ya no se
produce, y se inicia el síndrome de abstinencia. Esto sucede a partir de la
media hora en que se ha consumido la última dosis. Sólo se puede paliar este
síndrome, caracterizado por la ansiedad, volviendo a fumar. Es por este motivo que el tabaco
es una de las drogas más adictivas. Cada media hora es necesaria una dosis.
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